Se mira el ombligo, busca su doble…Por fin encontró el sol en un do. ¿Dónde estás? Se detiene. Toma una hoja en el pecho cerca del corazón. ¿Dónde has estado?
Saca de su bolsillo tres cuartos de tono afinado. Tengo algo para ti. En mí hay una partitura. Hacia arriba, a lo lejos. Saca de su bolsillo un lápiz. Recorta un tema en mayúsculas, un poema antioxidante. ¡Por fin te encontré! No solo en la música sino en este antipoema. ¡Ataúdes! ¡La mayor! ¡Sonidos sobre la mesa! Toma una lagartija, le pone un sombrero. Mira el reloj. ¡Violetas en mi menor! Retoma la partitura. Compone una melodía y entonces canta un poema.